Se ha hecho un llamado a construir un Ecuador democrático, justo, equitativo y solidario, como lo determina la Constitución, las leyes vigentes y el Plan de Desarrollo del Buen Vivir.
Se ratificó que un imperativo es expresar los disensos sin apelar a actos violentos que minan la posiblidad de alcanzar el país que soñamos para todas y todos.