La Comisión de Régimen Económico, presidida por la Asambleísta Mireya Pazmiño, aprobó los informes encargados por el Pleno de la Asamblea Nacional respecto de la situación actual del Banco del Pacífico y su posible venta. Los análisis de la Comisión señalan cambios en los indicadores del Banco ocasionados por cambios de administraciones.
Los indicadores del Banco del Pacífico refleja los intereses de sus administrados. El Pleno de la Asamblea Nacional del Ecuador resolvió encargar a la Comisión Especializada de Régimen Económico y Tributario y su Regulación y Control el desarrollo de los informes respecto a la situación del Banco del Pacífico. Por un lado, dentro de la primera solicitud del Pleno hacia la Comisión se solicita analizar la actual realidad y todos los precedentes financieros y jurídicos del Banco del Pacífico y sus perspectivas financieras. Por otro lado, en el segundo requerimiento del Pleno hacia la Comisión se pide realizar un informe trimestral sobre el proceso de valorización, desinversión y eventual venta del Banco del Pacífico.
De información pública se evidencia que en 2001 el Banco del Pacífico estaba apunto de quebrar, por lo que el Estado asumió su control. Durante los siguientes 20 años el Banco del Pacífico creció en más de 20 veces, presentando indicadores positivos. Sin embargo, en el 2021, con el cambio de administradores, se observa una afectación a su utilidad que incide negativamente en su valoración, precisamente cuando el Gobierno anuncia su venta.
En declaraciones públicas, el presidente del Ecuador, Guillermo Lasso, indicó que de ser vendido el Banco del Pacífico estos recursos serían destinados al desarrollo de proyectos sociales como combatir la desnutrición infantil. De acuerdo a la norma vigente esto no es factible ya que son recursos de la Coorporación Financiera Nacional. De trasladarse estos recursos a gasto social, se descapitalizaría a la CFN y por tanto al Estado ecuatoriano.
En conclusión, con la venta del Banco del Pacífico todos los ecuatorianos perderíamos.
