La legisladora por la provincia de Chimborazo, Patricia Núñez presentó una nueva iniciativa legal para promover el uso de la Inteligencia Artificial (IA) en el Ecuador. El proyecto, en sus 83 artículos, busca desarrollar un marco normativo integral para regular el impacto actual y futuro de la IA en los derechos fundamentales, la igualdad, diversidad y cohesión social en el país.
Además, reconoce el potencial transformador de la IA para acelerar el progreso económico, social y ambiental del país, y mejorar la eficiencia de los servicios públicos y privados.
“Debemos garantizar que el Ecuador aproveche al máximo las oportunidades de la revolución digital, al tiempo que protegemos los derechos y libertades reconocidos por la Constitución y promovemos la participación democrática en la gobernanza tecnológica”, dijo la legisladora.
La iniciativa también buscará impulsar la formación de talento humano para desarrollar capacidades técnicas, éticas y socialmente responsables necesarias en un ecosistema digital inclusivo y garantizar la protección de los datos personales en todas las actividades de tratamiento realizadas por sistemas de IA.
Además, se establecen cuatro niveles de riesgo a considerar en la implementación de sistemas de IA: riesgo bajo, cuando pueda impactar mínimamente en los derechos y bienestar de las personas; riesgo moderado, si inciden en los intereses jurídicos de las personas; riesgo alto, si ocasiona perjuicios graves o irreversibles a la integridad de las personas y; riesgo extremo, si atenta directamente contra la dignidad humana, los principios democráticos o la seguridad nacional.
Adicionalmente, se establece una prohibición absoluta para diseñar, desarrollar, desplegar, comercializar, usar o facilitar varios sistemas de IA en el territorio ecuatoriano, por considerarse intrínsecamente incompatibles con la dignidad humana.
Según el proyecto, estos sistemas son aquellos de calificación social masiva que categoricen a las personas en función de su comportamiento, aquellas imperceptibles que manipulen de forma significativa y sin consentimiento informado las decisiones, armas autónomas letales o sistemas automatizados de uso de la fuerza contra seres humanos, tecnologías de vigilancia indiscriminada que intercedan masivamente comunicaciones privadas, entre otras.
Finalmente, la legisladora manifestó que, “la Inteligencia Artificial está transformando profundamente casi todos los ámbitos de la vida humana, por lo que es necesario adoptarla de manera responsable para contar con oportunidades de acelerar el progreso social, evitando los riesgos significativos que la misma puede conllevar”.
CV/pv
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