La Comisión de Transparencia, Participación Ciudadana y Control Social, este miércoles, 29 de enero, avanzó en el análisis del proyecto de Ley urgente para Impulsar la Economía de las Mujeres Emprendedoras. Para el efecto, escuchó a los representantes de varios ministerios y entidades públicas, quienes explicaron los objetivos y metas de la iniciativa del Ejecutivo.
En este contexto, la ministra de la Mujer y Derechos Humanos, Ariana Tanca, subrayó que el proyecto permitirá que las mujeres puedan superar las barreras de género que existen en el país, a fin de recuperar su rol dentro de la economía. Este proyecto genera condiciones para garantizar la igualdad de género y fomentar la autonomía económica de las mujeres en toda su diversidad y, particularmente, en aquellas que se encuentran en condición de vulnerabilidad. Se trata de una ley que ampara a todas las mujeres emprendedoras, incluidas aquellas que están en la ruralidad, aclaró.
De su lado, César Vásquez, titular de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), aseguró que la entidad prevé abrir nuevas oportunidades para el acceso a la educación superior para las mujeres emprendedoras, con modalidades de estudio semipresencial o en línea. De esta manera, dijo, llegarán a los espacios que hoy no cuentan con oferta académica de nivel superior, con la participación de instituciones públicas. Así mismo, indicó que habrá programas de validación de competencias con un corto período de formación complementaria, para otorgar títulos de tercer nivel.
Entre tanto, Gary Coronel, viceministro de Finanzas, explicó que el proyecto de ley busca generar políticas públicas que permitan beneficiar a las mujeres emprendedoras, a fin de optimizar el gasto público de manera que se pueda alcanzar el desarrollo y empoderamiento de las mujeres, así como su incidencia positiva en el sistema económico nacional.
Mientras, Harold Andrés Burbano, viceministro de Inclusión Económica, aseguró que la importancia de esta ley se verifica en tres puntos de vista. Primero, será un medio para alcanzar una movilidad social ascendente para que las mujeres puedan superar las condiciones de pobreza. En segundo lugar, será una herramienta financiera que permita el acceso a crédito para las mujeres de los deciles de pobreza más bajos para emprender, sobre la base de capacitación y acompañamiento del Estado; y, en tercer lugar, será un instrumento dinamizador de los mecanismos de protección social, para que las mujeres puedan salir de la transferencia monetaria (bono estatal) para que trasciendan a un emprendimiento con el acompañamiento y encadenamiento productivo.
EG
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