“Nunca vamos a traicionar a nuestro pueblo y a su revolución ciudadana. Vamos a luchar juntos, en nuestros ámbitos específicos, para que no exista ni perdón ni olvido frente a ninguna forma de corrupción; vamos a terminar con la impunidad y vamos a extirpar los escándalos que pretenden suplantar a la verdadera fiscalización. Ecuatorianas y ecuatorianos tengan la certeza que al fin nuestro país tendrá una fiscalización severa y objetiva, despojada de inútiles shows de espectacularidad mediática. La revolución que hemos empezado no admite fallas, no permite debilidades ni flaquezas, no caben pretextos, exige una rigurosidad ética, metodológica y técnica, para que el trabajo de los Asambleístas responda, seriamente y con calidad, a la relevancia del encargo recibido por parte de nuestros mandantes”. ¡Pueblo ecuatoriano, nunca les vamos a traicionar!
Nuestra contribución en los próximos cuatro años tendrá que ver necesariamente con el desarrollo de nuestra Constitución. Nuevas leyes, algunas con un cronograma muy exigente como aquellas que tendremos que aprobarlas hasta el 14 de octubre, que es la fecha en la que se cumplen los 360 días posteriores a la vigencia de la Constitución. Hasta esa fecha tendremos que dar los pasos finales para hacer realidad los gobiernos autónomos descentralizados que fortalezcan el trabajo de las municipalidades, gobiernos provinciales y juntas, sobre la base de los principios de planificación, coordinación, solidaridad y subsidiaridad.
También serán una realidad la participación ciudadana en los procesos de planificación y ejecución del nuevo régimen de desarrollo, las nuevas reglas claras y justas para todos los servidores públicos, los registros de la propiedad y el manejo del agua como un derecho humano fundamental y sus múltiples relaciones con el buen vivir y los derechos de la naturaleza.
Empezaremos a ejecutar una rigurosa planificación legislativa que la construiremos desde mañana mismo, en directa relación con nuestros mandantes y en la forma más democrática y transparente. Daremos, además, los pasos necesarios para conseguir que nuestra Asamblea Nacional nazca vigorosa, comprometida, exigente, para atender solventemente las demandas ciudadanas de co-legislación y fiscalización en serio.
JLVN/eg